ESA GENTUZA Arturo Pérez Reverte

ESA GENTUZA

ESA GENTUZA
Por Arturo Pérez Reverte

Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.

Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.

Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.

De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.

Arturo Pérez Reverte

Artículo original

http://www.votoenblanco.com/ESA-GENTUZA_a3154.html

 

 

28 respostes a “ESA GENTUZA Arturo Pérez Reverte

  1. beti masoca jodia

    ruego a los que preven partir al otro mundo que no se vallan solo que no dejen a esta basuras de politicos banqueros jueces empresarios aqui jodiendo a sus hijos irse acompañados

  2. esceptico

    cuando salen los “ismos”a relucir en estas disquisiciones me mondo,bueno, hay un”ismo”que no sobra aqui,el nepotismo,los demas”ismos”,al corbacho,verbigracia,se la pelan;y quienes defienden esos latrocinios,o son mongolicos,o parte interesada.
    Ahora mismo,en este preciso momento,estan robando…,”mangonismo”.

  3. Posiblemente si Vázquez Montalban, de quien me considero un admirador, y que escribió este artículo en 1980, hace justamente 30 años, y conociendo los artículos que escribió a posteriori, estoy convencido que como Pérez Reverte, no haría una crítica del sistema, Vázquez Montalban era un demócrata convencido, pero si de los autores o mejor de los que se han apropiado del sistema para su propio beneficio, de hecho ya lo hace en este artículo, pero con otro lenguaje.
    Son diferentes escuelas literarias, eso es evidente.
    Debemos de tener en cuenta que en los años en que se escribió el artículo de Vázquez Montalban, todavía no se había producido el desplome del comunismo o de las democracias populares o marxistas en Europa y todos teníamos esperanza en un cambio social y económico.
    Las personas inteligentes y Vázquez Montalban lo era, tienen la capacidad de reconocer sus errores y posiblemente, eso creo, lo hubiera hecho, y en vez de hablarnos de marxismo, se hubiera decantado por un sentir contra la globalización.

    Yo estoy convencido de que 1980 no es 2009, como 1951 no es 1980.

  4. Esto que viene a continuación sí es una crítica al sistema. No se queda en la superficie como hace Pérez-Reverte. Y a partir de esta crítica, que tiene ya unos añitos aunque no lo parezca, sí podemos deducir que los polìticos son esos sujetos que saben muy bien lo que tienen que hacer para que el tinglado se mantenga. La crítica la realiza Manuel Vazquez Montalbán en el ya lejano año 1980. Pero parece de esta misma mañana:

    La crisis y la cultura
    en España
    antes de que llegue 1984
    MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
    conferencia en los Primeros coloquios internacionales organizados por el Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago de Compostela los días 8 y 9 de mayo de 1980. Incluida en el libro Cultura y medios de comunicación en sociedades dependientes, Edición de Miguel Cancio, Ediciós do Castro, A Coruña, 1982.

    La Idea de Progreso. Triste sino el de la cultura española. Sus aproximaciones al sentido progresivo-burgués de la política de la cultura han sido históricamente frustradas por las poderosas fuerzas reaccionarias que tenían en su interior y cuando aparecía que por fin estaba al alcance de la mano el sentido progresivo de la historia, resulta que la burguesía lo ha clausurado y ha puesto sobre las puertas de los templos del optimismo histórico la leyenda: Cerrado por defunción.
    España se ha incorporado al concierto o desconcierto de los estados democráticos en el punto álgido de la crisis del neo-capitalismo, insinuada a fines de la década de los 60 y todavía hoy con una duración profetizada de 15 años (los optimistas) o 30 (los pesimistas). La crisis del neo-capitalismo se refleja en la interrupción del crecimiento progresivo de la tasa de beneficio y de la capacidad de acumulación capitalista. Esos efectos se atribuyen a las conquistas alcanzadas por los trabajadores en los países de capitalismo desarrollado y a la quiebra de la división internacional del trabajo vigente desde fines de la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo pugna por reinstaurar la “disciplina de trabajo” tanto por el centro como en la periferia del sistema. No es misión de esta ponencia irse al Irán para reflejar la quiebra profunda que afecta a la división internacional del trabajo, sino quedarse en España y comprobar los efectos culturales de la crisis capitalista. Para hacer frente a la crisis en su propio territorio metropolitano, el capitalismo ha recurrido a una implacable batalla legal y cultural con el fin de amedrentar a las fuerzas progresistas. La batalla legal se traduce en una interpretación subjetiva endurecida de cada superestructura legal, utilizada como un corsé flexible que cada poder judicial afloja o estrecha según las necesidades de la clase dominante. La batalla cultural se aplica a inocular pesimismo histórico, incluso catastrofismo, para amedrentar a las clases ascendentes, y forzarlas a detenerse cuando no a retroceder para “conservar” un determinado estatuts de supervivencia. Esa inoculación se ejerce a todos los niveles: desde los tiburones cinematográficos que se comen a las muchachas desnudas, hasta los fisiólogos que descubren la finitud celular del cerebro humano, pasando por los articulistas domingueros que se plantean incluso la posibilidad de un apagón solar. El pesimismo histórico quiere ser utilizado por la burguesía para asustar a sus antagonistas, conservar la iniciativa y, al mismo tiempo, empieza a ser también una bandera de la izquierda, incluso de la izquierda marxista, para concienciar sobre la criminalidad de un sistema que nos lleva al desastre con tal de conservar su tasa de beneficios, su capacidad acumulativa.
    Lo cierto es que la batalla cultural de fondo planteada en el seno de la metrópoli o de sus provincias -y España es una provincia de esta metrópoli- es una batalla desigual, en la que compite el pesimismo organizado desde los aparatos de la burguesía, el pesimismo crítico de la izquierda radical y los planteamientos, hoy por hoy, casi meramente enunciativos, de la llamada izquierda establecida, partidaria de un modelo alternativo de desarrollo. No se sabe muy bien si un modelo alternativo implica una nueva idea de progreso que nada tiene que ver con el progreso acelerado y aparentemente espontáneo defendido por el capitalismo o si se limita a ser un modelo ordenador del caos. Creo que en la caracterización misma de ese modelo alternativo está la caracterización real de una visión reformista o revolucionaria de una alternativa socialista a la crisis capitalista.
    Este planteamiento abstracto es una propuesta sublimada de las situaciones reales operantes en el sistema capitalista, pero al aplicarlo sobre España había que tener en cuenta su peculiaridad histórica. En España se sale del proteccionismo cultural, de la dictadura, para entrar en la concepción liberal en un momento de aguda crisis del sistema. Esa crisis, hasta ahora, ha sido abordada desde una perspectiva neoliberal que se traduce económicamente en dejar a la suerte del mercado cualquier iniciativa cultural en administrar políticamente los resultados de la asfixia del mercado, teniendo en cuenta la incompetencia manifestada por los sectores más conscientes y progresivos del conjunto social para ofrecer alternativas culturales a la oferta capitalista. Ni siquiera cabe esperar UNA BENEFICIENCIA CULTURAL en general o informativa en particular, movida desde el Estado, porque el Estado tiene la coartada de la crisis, de problemas asistenciales más urgentes y el objetivo real de no facilitar la existencia a ningún medio de producción cultural susceptible de serlo antagónico.
    Es decir, en el terreno de la cultura se experimentan los efectos de una estrategia de sistema y de clase ante la crisis, dirigida a desmantalar o imposibilitar la respuesta del antagonismo histórico, respuesta especialmente temible por la dimensión globalizadora de la crisis, porque afecta incluso a la verosimilitud de la idea de progreso en que el capitalismo ha tratado de integrar al conjunto de la sociedad, por encima de la conciencia de clase. En un momento en que ya el viejo dilema o socialismo o barbarie se complementa con el de o capitalismo o supervivencia y se ejemplifica en la ruina de todo el sistema de valores de la civilización capitalista la respuesta a la defensiva, coactiva, nihilista, que está dando este sistema constituye un suficiente diagnóstico del grado de su enfermedad.
    Esa actitud a la defensiva se ha manifestado a distintos niveles, pero habría que privilegiar al ejemplar nivel en el que se han encontrado agentes de alta cultura y medios de comunicación para iniciar una sistemática campaña en contra del marxismo, que no se corresponde ni siquiera con la instalación política del marxismo en España, sino con el rigor con que el marxismo puede diagnosticar la agonía del sistema y ofrecer alternativas radicales. Frente al marxismo se opone una alianza impía de neo-liberales en economía, neo-autoritarios en política con ilustraneo-anarquistas más apreciados si ofrecen la connotación de ser ex-marxistas. La lucha contra el marxismo es una cruzada cultural internacional que unifica la filosofía del rearme ideológico neoliberal de la Trilateral y la filosofía del nihilismo desencantado de estetas conformantes de la nueva reserva espiritual de occidente. Esta operación cultural no solo se da en la alta escritura especializada, cada vez más dedicada a la filología que al pensamiento, sino que impregnan los medios de comunicación aparentemente más banales y trata de inculcar a las clases populares la no ideología porque persigue su no identidad. Se persigue desidentificar al antagonista y ofrecerle la alternativa del espejo prefabricado que le devuelva la imagen de un superviviente que ha de agradecer, en el peor de los casos, la previsión del sistema demostrada en el seguro de paro.
    En esta operación se mezclan los niveles de calité de los fugitivos, de las insuficiencias marxistas, cuando no de su vejez y superación, de su condición de ideología de “carrozas” incapacitados para el “rollo” de lo “modelno”, con la acción impune de los medios de comunicación realmente masivos que en España están en manos del Estado (la Televisión) o de las multinacionales (el disco). El resultado de la acción coaligada de tan poderosos y cualificativos medios es la castración cultural de las masas, porque les impide una aprensión consciente del mundo que les rodea y del papel transformador que les corresponde. La burguesía trata de ocultar de este modo el callejón sin salida en que se encuentra, renuncia a la idea dialéctica de que en todo fin hay un principio y se instala en el fin como si la historia ya hubiera terminado.
    La inteligencia crítica española (y en ella incluyo a buena parte de comunicadores y comunicólogos) había realizado un duro combate contra el fascismo, en defensa de las libertades democráticas. Consagradas en los papeles constitucionales, esas libertades democráticas se convierten en meras libertades formales cuando las clases dominantes se apoderan de ellas mediante el control de los medios de producción. No me produce ningún rubor el volver a resucitar el ABC del marxismo para reorientarme y tratar de comprender por qué la llegada de la democracia constitucional a España no ha desarrollado la creatividad esperada ni ha derrumbado las murallas de Jericó que compartimentaban la cultura. Puede decirse que hoy, como quien dice al día siguiente de la caída del franquismo, la inteligencia crítica española tiene que plantearse que la auténtica creatividad cultural está paralizada porque el problema no radica en recuperar las libertades democráticas como instrumentos, sino en detentar los instrumentos que hacen posible esas libertades democráticas y las convierten en agentes de cambio social. Aparece con toda su inutilidad el ejercicio peregrino de instalarse en las libertades formales y tratar de rellenarlas de un contenido de progreso, maniatado por la organización cultural actual, controlada cada vez más por el gran capital y sus servidores políticos.
    La situación de crisis propicia la propuesta de una revolución cultural que apueste por un cambio de mentalidad, aquí y ahora, sin esperar la fatal condición de un cambio de poder de clase. El vacío cultural dejado por la crisis burguesa debe ser llenado por una alternativa de cultura socialista de masas, que ponga el optimismo de las clases ascendentes al pesimismo de las clases descedentes y que reconstruya la idea de progreso en su verdadero sentido de lucha contra las limitaciones del hombre hacia niveles superiores de plenitud.
    El desencanto cultural de la burguesía ante la evidencia del grado cero de su sentido del desarrollo, no tiene que ser ni asumido ni corregido por las clases populares, sino sustituído por su propia jerarquía de valores derivada de sus propias necesidades objetivas y subjetivas.
    Frente a la insolidaridad internacional que caracteriza un sistema mundial capitalista de supervivencia hay que plantear el valor positivo de la solidaridad internacional.
    Frente al individualismo de triunfadores o supervivientes inoculado por la cultura burguesa hay que ofrecer los valores de la cooperación y de la solidaridad desarrollados entre las clases populares.
    Frente al fomento irresponsable de necesidades artificiales hay que ofrecer nuevos objetivos de vida social, entre las que se encuentran el primordial de conservar la naturaleza frente a la depredación capitalista.”

  5. Me arrogo la libertad de expresión, Xavier. Me arrogo la libertad de escribir lo que pienso o de descargar el cabreo o lo que me de la gana, Xavier. Pérez-Reverte, en mi opinión, no critica el sistema político, critica la mediocridad de la clase política actual, que no pasa de ser subalterna de unos intereses que no critica Pérez-Reverte: “Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores.” No niego que es muy popular criticar los privilegios que esta casta especial ha ido acumulado a lo largo de los años, pero que están implícitos en la construcción del sistema. La famosa transición, que tú tanto valoras, puso las bases de este sistema político, Xavier. La manipulación de la masa, que dicho sea de paso se deja manipular sin excesiva resistencia, empezó ahí. Desde ahí y hasta la fecha.
    Yo concibo una crítica a la política y a los políticos, al sistema político, si no es para desprestigiarlo todo, que es la antesala de la aparición de los salvadores de la patria.
    El sistema político en España, y por tanto su clase política, con estudios o sin ellos, con experiencia en madrugones o sin ellos, con trabajos sobre sus lomos o sin ellos, está al servicio de quienes nos manipulan y para que allá en el Congreso de los Diputados, dónde teóricamente están representados nuestros intereses, nos esquilmen. Y esto es así desde los tiempos en que Pérez-Reverte sentía admiración por los políticos que sentaban sus posaderas en el hemiciclo, cuando se cocía la Constitución y se sentaban las bases de lo que ahora tenemos.
    Un saludo.

  6. Creo amigo Gonzalo, que continuas sin entender el espíritu de la crítica de Pérez Reverte a los políticos.
    Para tí parece que criticar el sistema político actual es de mediocres y de fascistas varios o totalitarios. Te arrogas, en vez de criticar a los políticos actuales, el llamar a la ciudadanía masa mediocre, amorfa, silenciosa y cobarde. Ahí te doy la razón, pero la causa es otra a la que tu apuntas.
    Y yo te pregunto, la masa en la actualidad ¿cuando ha tenido opinión? ¿cuando no ha sido manipulada? ¿cuando no ha sido utilizada por el temor, a perder lo que tenía? ¿hace falta recordarte el último slogan de las elecciones por parte de los socialistas? Si tu no votas ellos vuelven.
    Dime ¿cómo definirías esa frase?.
    De todas maneras, veo que sigues sin leer bien los artículos. En el artículo Pérez Reverte, nos anuncia que cuando tenga la cabeza más fría, dará cuenta de como utilizan nuestro dinero, esos que tú tanto aprecias, esa casta que han hecho de una actividad pública su única forma de vida, esos que legislan contra quienes les pagan, esos que antes de empezar la legislatura y a puerta cerrada pactan salarios, dietas, y pensiones para sus propias señorías.
    Tu sigue así, critica cualquier atisbo de libertad en la opinión propia, aplaude o calla cuando decidan subir la edad de jubilación, el cálculo de las pensiones, suban el SMI un tanto por ciento ridículo, reduzcan las pensiones de viudedad y dí que criticar es de fascistas.
    Palabra asquerosa, que tanto se utiliza y que tan pocos saben lo que significa. Mientras los votos no sean sobre listas abiertas, con independencia del voto del partido, mientras no haya posibilidad de referendums para pulsar la opinión de la ciudadanía, siempre estaremos pendientes de caer en el fascismo. Tu aplaude los medios que callan, los que otorgan créditos a esta clase nueva y sigue lanzándote al fango del reconocimiento imposible.
    Posiblemente te consideres un adalid de la verdad, un caballero de su verdad, yo en cambio te veo sencillamente como un escudero de ellos, los que se ríen de nosotros y de ti por supuesto.

  7. Pérez-Reverte hace una crítica insustancial, de muy poca monta en este artículo. Muy al gusto del gran público, eso sí. Esa masa amorfa y silenciosa, cobarde y cómplice del sistema. Ataca a los políticos, en tanto que actores de la política, como han hecho siempre los fascistas y totalitarios varios.
    Le cabrea a nuestro catedrático que los políticos cobren dietas, que se jubilen con una pensión máxima tras sólo siete años de servicios y un montón de mamonadas más como estas. Es cierto que las dietas y las pensiones se las deberían pagar los bancos, los empresarios, las grandes fortunas, las multinacionales, en tanto que beneficiarios de las políticas que se desarrollan en este desdichado país y no las arcas públicas, pero eso que denuncia el catedrático de la lengua sólo sirve para contentar a una parte de la muy mediocre población española.
    El catedrático de la lengua aplaude en una parte de su artículo a los padres de la patria que pusieron en pie este miserable sistema democrático en el que nos hallamos: “Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores.” Por tanto sí, su intención es echar la pota, no hacer una crítica profunda; contentar a los mediocres y coincidir con los fascistas.

  8. No voy a intentar desdecirme, sino a explicarme. La actividad política es imprescindible. Y mientras no estemos preparados, parece que seguiremos eligiendo a personas que nos representen, las cuales se encargarán de plasmar en leyes los aspectos más vitales para cada uno de nosotros, en función de la correlación de fuerzas resultantes de las elecciones. De modo que yo seguiré defendiendo la actividad política como una de las más necesarias de cuantas existen. El mayor problema para esta noble actividad, visto lo visto y teniendo en cuenta la dilatada experiencia democrática, es LA PROFESIONALIDAD DE LA POLÍTICA, es decir, LOS POLÍTICOS PROFESIONALES. En este sentido, creo que lo que apunta Pérez-Reverte, pese a reconocer que es visceral, se queda corto. Hacer de la política UN MEDIO DE VIDA Y DE MEDRAJE NO TIENE NADA QUE VER con la NOBLE ACTIVIDAD DE SERVICIO A LA COMUNIDAD.

  9. Lo he intentado con poco éxito, visto el número de votos negativos. Pero repito, creo que debía hacerlo. En descargo de nuestro catedrático hay que señalar que él mismo reconoce que es visceral, desprovisto de razón, que su artículo es un estallido de cólera que le hace tener ganas de acercarse a ellos, los diputados, y ciscarse en su puta madre. Es, como bien reconoce, un ataque a la tropa. De todos modos, Xavier, agradezco tu consejo, aunque no vaya a seguirlo. No creo que Pérez-Reverte, nuestro catedrático, tuviera más intención que descargar el cabreo con este artículo. Es evidente que él, por la cercanía y por cómo y dónde se ha movido, tiene un conocimiento de la situación mejor que el mío. Eso es así. Pero en el artículo reconoce que la labor de los Diputados es necesaria, al menos la de los honrados y decentes, que no están cuantificados, si bien es evidente que deben ser mayoría, pues no hay una causa judicial general contra la tropa, ni están en alguna particular un número significativo de ellos.
    Las dietas me parecen absolutamente necesarias, dado que el Congreso de los Diputados está en Madrid y hay un número importante de sus señorías que tienen su residencia habitual fuera de la capital de España. ¿Son proporcionadas?¿Están siendo utilizadas indebidamente?¿Hay trampas en ellas? Eso es otra cuestión. Habría que analizar todos los puntos, no criticar directamente las dietas.
    No obstante, admito que en mi primera crítica a nuestro catedrático no he estado sembrado precisamente. Podría haber empezado como lo he hecho aquí, si bien allí digo que Pérez-Reverte reconoce que es visceral.
    Xavier, admiro a Pérez-Reverte. Incluso me gusta como escribe, pese a las objeciones que recibe de la crítica. Me gusta desde mucho antes de convertirse en escritor. O escritor de éxito por mejor decir. He seguido sus trabajos de reportero de guerra, lo he seguido en la radio y lo sigo ahora, pero no estoy de acuerdo con el tono general y la crítica que hace en este artículo. Y eso es lo que digo. Nada más que eso.
    Un saludo.

  10. Pues yo sinceramente no veo que sea un discurso demagógico, dado que nuestro escritor, no aspira a gobernar, ni a tiranizar a la plebe, ni hace siquiera ninguna promesa incumplible, ni finge en lo que no cree.
    Nuestro académico, sencillamente da una opinión de esos, los que nos gobiernan, los que han tomado nuestra razón para votar a la orden, los que utilizan el presupuesto del estado para vivir y repartirse esa bicoca, que tanto y tanto nos cuesta a los ciudadanos ganar.
    A mi la verdad que me molesta y mucho el empleo de palabras mal utilizadas ya que porqué llamamos demagogía a la verdad. Que nos está pasando a todos y ahí me incluyo yo, que no sabemos reclamar lo nuestro y una forma de utilizar nuestros recursos, cada vez más escasos, por el bien común. Dejo lo de las pensiones de nuestros diputados, lo de las dietas, y demás gastos, para no ponerme como Arturo Pérez-Reverte.
    Por cierto, sobre el artículo ¿ha habido alguna reclamación? Entonces Gonzalo, hazme caso, y no intentes contradecir, lo que ni los mismos, digamos imputados, han hecho.

  11. Contestar ahora a un comentario tuyo del mes de Agosto puede ser malinterpretado. A veces no sigo los hilos como debiera, es decir, contestar, replicar, decir la mía, cuando se me cita a los medios como hiciste tú, Xavier, cuatro meses atrás. Si te fijas, mi comentario ha cosechado la friolera de 14 votos negativos por sólo 1 a favor. Me gusta mucho una frase tuya de ese comentario del 1 de agosto: es la referida al espíritu crítico que debe animarnos a todos los participantes de este blog. Ni me gusta ni me disgusta que califiques de incoherente mi comentario, tan negativamente votado por la audiencia por otra parte. En él soy crítico con el autor, con Pérez-Reverte. Quizás he equivocado el tiro, dado el resultado obtenido, pero creo que es muy fácil descargar la pota, la mala leche, la indignación y el cabreo en los señores Diputados.
    Sabes, Xavier, que hace 30 años estaba todo por hacer. Una transición que nos llevara, sin sobresaltos, fundamentalmente eso, de la dictadura a la democracia, y hoy habría de convenir que hubo generosidad y entrega por parte de cuantos participaron en la primera línea política. Y en la segunda y en la tercera. Quizás conozcas a personas anóminas, que nunca hicieron carrera, pero estuvieron metidos en política hasta el cuello. En aquellos años hubo movilizaciones, concentraciones, manifestaciones, lucha por conseguir unos objetivos que, más de uno, no llegó a ver cumplidos jamás. Es decir, también la sociedad era otra. Hoy eso casi ni se da. Se ha delegado. Pero delegado de mala manera. Es decir, como mucho, se vota cada cuatro años y a otra cosa mariposa. ¿Realmente conocemos el trabajo de los políticos? Esta expresión, los políticos, vale lo mismo para un Diputado, que para un Senador, para un Alcalde que para un Concejal, para el Presidente, los ministros, un Presidente de Comunidad, los Consejeros de la misma, Presidente de Diputación, etc, etc. Yo creo que nos hemos vuelto comodones, pasotas, y echamos mano de la desilusión o el desencanto para justificarnos. Artículos tan demagógicos como éste de Pérez-Reverte consiguen la aprobación del personal, pero no conducen a nada. Por eso lo critico. Y poco me importa que lo voten negativamente. Ahora es fácil, lo supongo más bien, tanto para el PP como para el PSOE, completar una lista electoral destinada a las elecciones municipales en el pais vasco. Pero hasta hace muy poco, por el simple hecho de ir en una de esas listas, esto era una posibilidad de muerte. Hoy, el estar en política en activo conlleva encontrarte con artículos como éste y otros aún peores. Artículos que, como te digo, sólo valen para inflamar los más bajos instintos del personal. Y aunque un político debe tener la piel muy gruesa, supongo que debe ser decepcionante encontrar este tipo de exposiciones que no respetan lo más mínimo un trabajo imprescindible en democracia.

  12. carlos

    Gentuza,para estas reses,es poco.

    Son detrits organico.
    Son los residuos que salen por nuestros anos,elevados a la maxima potencia,y a politicos y diputados.

    Son un peligro publico.Son un problema.Un grave problema.

    El sentimiento no falla.Es puro y sin elaborar.
    Hazle caso al corazon

    A mi,me produce la misma sensacion,el ver a esta gentuza en cualquier lugar,es ver mierda en estado puro,escoria.Hasta me dan arcadas.

  13. pep

    Que verguenza de politicos, estoy totalmente de acuerdo con el señor Perez Reverte,oportunistas que compraron un boleto de jovencitos en una tombola llamada “juventudes” da igual el color, les tocó el boleto, cuando maduran y siguen en las filas del partido los “asaltos” a las arcas del estado son mayores y hoy, viven y mañana viviran a costa de los españolitos, curritos votantes, que luchamos el dia a dia para conseguir llegar a fin de mes. Teniamos que revelarnos todos contra esta politica, corrupta e injusta y que vulnera todos los principios de una sociedad democrata o supuestamente democrata en la que vivimos.

  14. Jose María Aznar

    Cada día lo tengo más claro, hay unos cuantos personajillos que nacieron pobres, moriran pobres (heredar un maltrecho piso no te hace ser rico…), currarán todos sus putos días, intentarán aparentar éxito social con un transporte privado de 5 metros reluciente como su ausencia de tiempo libre para ocuparse por hacer felices sus días y los de los suyos… pero pese a todo defenderán a esa gentuza, a esa clase que algún día les acomplejó y votaran a aquel que defienda el orden “de toda la vida”… me parto la caja, coincide que son muchos de ellos “buenos cristianos” que llevan años follando con condón y sin ir a misa o a confesarse desde que tenían pantalones cortos y les tiraban de las orejas. Infelices que como muchos buscan la coherencia dándole la razón al que tenga la sartén por el mango porque no tienen idea de construir alternativas sólidas y ausentes de ese olor a rancio con el que visten sus esposas…

  15. Reverte deja de ir de proletario y chulo que solo eres una locaza roja millonaria

    Tremendo personajillo el Reverte otro seudo progre intelestual millonario que presume de trabajdor será que trabaja arrancado patatas 12 horas…

  16. Durante el mes de noviembre del 2008, colgué en el blog, el nuestro, un artículo de Pérez-Reverte, se titulaba PERMITIDME TUTEAROS, IMBÉCILES, era sobre el tema educativo, y no hace falta que te diga a quien se refería cuando los llamaba imbéciles.
    Para la desgracia de Pérez-Reverte, según algunos de vosotros, también se publicó en el diario monárquico ABC, el suplemento semanal, ahí la respuesta de los que se llaman progres, al menos la tuya, fue totalmente diferente tu comentario del 22/11/08 de las 12.27, creo que fue bastante más coherente con el espíritu crítico que yo creo que ha de formar parte de quienes formamos parte de este blog.
    Pues sí Gonzalo, no hacen falta tantos diputados para votar lo que manda el jefe de grupo parlamentario, yo lo veo así y cualquiera que piense un poco y dado que el tema de las listas cerradas es la que utilizamos en España te diré que la mayoría son completamente prescindibles.
    Un diputado ha de representar desde una idea o ideología concreta a un lugar, circunscripción o provincia, no tiene porque votar lo que es negativo para su electorado, porque lo diga quien lo ha puesto en la lista.
    Quizás lo que hace falta en nuestro pais es que el ciudadano tome constancia de a quien vota y quien lo va representar mejor en el parlamento.
    En los principios de la democracia española, la actual, hubieron muchas ocasiones en que el voto fue particular y eso a poco que lo mires te darás cuenta que es lo que debe de ser.

  17. Ya sé que es sólo una frase del artículo pero me chirría. Dice Pérez-Reverte: “Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana”. ¿Qué pensará de esta frase la gente que madruga para fichar a las seis o siete de la mañana?. Se ve que lo de madrugar no lo tiene muy claro Pérez-Reverte. Pocas líneas antes de estas dice: “Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato”. Ignoro si algún miembro del Congreso de los Diputados se ha quedado en los estudios primarios. Pero si así fuera, eso no le incapacitaría para ser Diputado. ¿O sí? Si tenemos en cuenta la habilidad de algunos hombres de negocios que no pudieron estudiar por cuestiones personales varias, no veo por qué motivo una persona sin el bachillerato está incapacitada para representar a los electores y defenderles bien sus intereses.
    ” Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre”.
    En este párrafo parece desconocer que los Diputados pueden quedarse en paro, al tiempo que les acusa, en general, de no tener ni escrúpulos ni vergüenza. Menos mal que aclara que es algo visceral, desprovisto de razón.
    Pérez-Reverte tiene cuidado en dejar claro que no es la envidia hacia esta “gentuza” lo que le mueve a soltar la pota: “Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo…” Debe ser entonces la solidaridad con sus semejantes: “Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día”. O a lo mejor, Pérez-Reverte entiende que el trabajo que hacen hoy los Diputados, en contraposición al que hacían hace veinticinco años, es perfectamente prescindible.

  18. Cuando se habla del tema de los políticos en general, siempre surge quien de una manera irracional, da todo su apoyo para que estos, los políticos, sigan teniendo esas prebendas y esas ventajas que la gran mayoría del pueblo español no tiene.
    Se fijan en los calificativos, en lugar de la esencia del escrito, veo que ninguno de los defensores de tan alta profesión, han dicho nada sobre sus jubilaciones, ni sobre sus dietas, ni sobre sus salarios, la de los políticos claro. Debe de ser muy complicado explicar esto a quien no gana más de 1200 euros al mes o menos.
    Y eso a pesar de que algunos se consideran sindicalistas de pro, funcionarios al fin y al cabo e igual liberados.
    Veo de todas maneras que a ese escrito tan incendiario de Pérez-Reverte, los afectados, los que han sufrido sus palabras, no han presentado ningún tipo de querella judicial, eso de momento ¿tienen miedo? o bien prefieren que sus esbirros, los de siempre, los que nos hacen de lazarillos hagan su trabajo infame otra vez.

  19. Retroenllaç: Una diputada del PSOE sermonea a Reverte por llamar “gentuza” a los políticos « Por la paz y la libertad

  20. Retroenllaç: Anònim

  21. marialoregne

    Pues no exige conocimientos técnicos porque es cosa de sentimientos, de qué quiere la gente, no de que saben hacer, el problema es cuando se creen que saben.

    Se supone que un alcalde llega a un ayuntamiento y en él están los técnicos que saben hacer las cosas, y él debe trasmitirles el sentir del pueblo a los técnicos para que las hagan, hablar con los empresarios locales, y con las gentes e intentar coordinar, pero no hacen eso, si no que suelen coger a unos concejales igual de ignorantes que él, o más, para no parecer tan tonto, y se ponen a decirle a los que saben como deben hacer las cosas, y enseguida pierden el respeto de todos los sectores, salvo los pocos que realmente saben consensuar, o los populistas que se meten en historias identitarias o de populismo izquierdista de : vosotros os mereceis esto y aquello, y os conseguiré esto, y luego no puede conseguir nada.

    A escala mayor viene a ser lo mismo, y tienes a ministras de Economia hablando de “economia sostenible” ¿Mande? y diciendote como debe ser la economia, en vez de facilitarla y hacer que los empresarios desarrollen las actividades que saben hacer mejor.

    El problema viene porque no se puede restringir el acceso a la politica, y un loco puede ser presidente, o un utópico, porque así son las reglas de la democracia.

    Es cierto que hoy dia algunos politicos ya van asumiendo que su función es la de mediadores, no la de decir: Yo he conseguido esto…porque realmente no hacen nada, si no que materializan los sentimientos mayoritarios en leyes, o favorecen el dialogo impidiendo que alguien use la violencia en vez de la fuerza de la razón.

    El problema viene cuando los politicos son partidistas, en vez de estadistas, como pasa ahora, y no van a consensuar al conjunto de la nación, si no a desarrollar su ideologia, con lo cual se crea crispación.

    También es cierto que si una ideologia, como el catalanismo, no quiere consensos, si no que exige derechos históricos, y no quiere acuerdos, el politico que les entre al trapo está perdido, y desarbola todo el sistema, pues esto se basa en consensos para buscar la igualdad de todos, no en considerar que algunos son sujetos especiales, pues especiales somos todos.

  22. En la Historia escandalosa hablabas de Pita da Veiga, ese gallego bajito y con p. bien puestas.
    Recuerdo que dijo que si Suarez legalizaba al PCE se marcharía. Dicho y hecho, PCE legalizado y Piata da Veiga cumplió su palabra.
    Ideas claras, no es de mi cuerda ni nunca lo fue pero tiene mi admiración, no como otros.
    ¿Memoria débil?, no, memoria interesada y manipulación pura y dura.

  23. Ahora os voy a contar una historia que aparece en Anatomía de un instante de Javier Cercás, página 336 y 337. Es solamente para que entendaís lo que es o ha de ser un político que acepta su responsabilidad y que sabe a quien se debe.
    Suárez durante el 23F fue recluido a solas en un pequeño despacho cercano al hemiciclo. Según el testimonio de varios guardias civiles que lo custodiaban, irrumpió el teniente coronel Tejero y sin mediar palabra desenfundó su pistola y le puso el cañón en el pecho a Suárez, la respuesta de nuestro presidente fue levantarse de su asiento y le dijo por dos veces al oficial rebelde la misma orden taxativa:
    “¡Cuadrese!”.
    Otra después de fracasado el golpe, el día 24, sabiendo que Armada era uno de los artífices del complot, reunidos Gabeiras, el Rey y el presidente, Suárez dió la orden de la detención de Armada, Gabeiras dudó y miró al Rey buscando una ratificación o un desmentido, Suárez, Jefe del Ejercito, fulminó al general con dos frases furiosas:
    “No mire al Rey. Míreme a mí”.
    Esto demuestra que tal y como dice Pérez- Reverte, que hace 30 años, quizás nuestros políticos eran más admirado y respetados, aunque desgraciadamente siempre nos quedará esa imagen de los diputados por el suelo, excepto tres, uno por su cargo y los otros dos porque quizás eran los únicos políticos puros.
    Esto también puede valer para el artículo de una Historia escandalosa de nuncamais.
    En fin cosas que han pasado y que parece que no queremos recordar, cuando hablamos del famoso “ruido de sables”.

  24. lobby2

    Què no és curiós que quan posem el nom d’un polític a Internet, molts dels tags relacionats siguin les paraules “prevaricació, robatori, judici, puticlub, incompliment, insult, mentida, corrupció, injustícia, testimoni judicial, acusació, delicte, malversació, abús, diners, crisi, malversació de fons publics?” Quan existirà un anti-virus per enviar tots aquests arxius maliciosos a la paperera de reciclatge? Quan neixerà la persona prou neta, independent i justa per a dissenyar-lo i aplicar-lo?

    Salut

  25. lobby2

    Per què la professió de polític és la única on no s’exigeixen coneixements, preparació, títols específics i propis? La societat no admet que un economista exerceixi de metge, que un farmacèutic faci d’arquitecte, que un licenciat en Història de l’Art actui com químic o que un director d’hotel pugui fer de biòleg a un centre d’investigació del càncer; en canvi, tant l’economista, com el metge, farmacèutic, arquitecte, licenciat en Història de l’Art, el químic i el director d’hotel, sí que poden exercir en la política sense tenir els estudis adients, és a dir, la carrera de Ciències Polítiques. Així que parlem d’una pràctica per exercir la qual no s’exigeix conèixer-ne la teòrica. Per això els polítics, en arribar al poder, s’envolten d’assessors que teòricament saben el que ells ignoren i de caps de premsa, que escriuen els discursos que ells mateixos no saben escriure. Aleshores, per què no ens governen els assessors i els caps de premsa directament?

  26. lobby2

    Habria que hacerles un test psicotecnico antes de poder ejercer cargos publicos, igual como hay que pasarlos para trabajar en una empresa privada.
    Tambien habria que endurecer las penas por obtención de dinero publico de manera fraudulenta o robo de guante blanco.
    Esas ventajas politicas de nuestros servidores publicos habria que suprimirlas en ley.

  27. marialoregne

    Pues va a ser que sí, que a veces se queda una muy a gusto diciendoles a algunos lo que les parece su comportamiento, sobretodo si la otra parte te habla desde el sentimiento, porque sentir sentimos todos.

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