MUSEO MONASTERIO DE PEDRALBES. BARCELONA ABRIL – 2006
Elisenda de Montcada (1292-1364) fue la tercera esposa de
Jaume II el Justo, hijo de Pere el Grande, rey de la corona
catalanoaragonesa. Su reinado se caracterizó por una política
expansionista por el Mediterráneo. Los dos primeros matrimonios
con representantes de casas reales europeas (Blanca D’Anjou,
hija del rey de Nápoles, y Maria Lusignan, hermana del rey de Chipre)
tenían como principal objetivo buscar alianzas. A la muerte de María,
el rey se planteó un nuevo matrimonio, pero esta vezbuscando esposa
entre las damas de la alta nobleza del país. La elección de Elisenda se
explica por las relaciones de la casa real con los Montcada,
especialmente con el hermano de Elisenda que formaba parte
del consejo del rey y ocupaba el cargo de lugarteniente de Catalunya.
La edad un poco avanzada del monarca, y su mala salud aceleraron
el nuevo matrimonio. El enlace tuvo lugar el día de Navidad de 1322.
El matrimonio duró poco tiempo. El rey murió en 1327 aunque ya
antes había empezado a tomar forma el proyecto que desembocaría
en la construcción del Monasterio de Santa Maria de Pedralbes.
Pedralbes fue el lugar escogido por la reina Elisenda para fundar
un monasterio de Clarisas y retirarse cuando fuese viuda.
En 1329, un año después de la muerte del rey, la reina ya estaba
instalada al Palacio Real que hizo construir adosado a uno de
los lados del claustro del convento. Esto no quiere decir que el
monasterio estuviera totalmente acabado en esta fecha.
Las obras de construcción de las otras dependencias duraron años.
Durante el tiempo que la reina residió en el monasterio, participó
de forma activa en la vida de la comunidad ejerciendo a menudo
una autoridad superior a la de la misma abadesa.
Dictó normas que contemplaban aspectos de la organización interna
del monasterio (alimentación, sueldos para los trabajadores, etc.),
así como la definición de las rentas y bienes para asegurar el bienestar
económico de esta institución.
Pese a todo, la vinculación de la reina con la Corte no se rompió con
su retirada a Pedralbes. Participaba en actos fuera del monasterio
y fue la impulsora de las relacionescon el Consell de Cent,
órgano gestor de la ciudad y protector del monasterio.
Esta protección aún se renueva cada año con la visita que los
representantes del consistorio de la ciudad realizan a Pedralbes
el día de Santa Eulalia.
El 19 de julio de 1364 muere Elisenda de Montcada en su
pequeño Palacio dePedralbes.
Todo estaba previsto: su entierro y su testamento,
minuciosamente detallado.
La patrona del Monasterio nombra a éste heredero de todos sus bienes
(tierras, joyas, vajillas de oro y plata, vestidos, así como otros objetos de valor).
El testamento también detalla que tras su muerte el palacio donde residía fuera derrocado.
Y así se hizo.
En el monasterio de Santa María de Pedralbes concurren
circunstancias especiales que hacen de él un conjunto monumental
bien excepcional dentro el panorama barcelonés y catalán.
Tienen que ver, por un lado, con el proceso de construcción, y por otro,
con su estado de conservación.
En este sentido, es necesario remarcar la relativa conservación
ante las grandes devastaciones que los actos violentos de los últimos
cuatro siglos han inflingido en el patrimonio artístico.
Ni la Guerra dels Segadors, ni la de Sucesión, ni la del Francés
le han afectado especialmente.
También se libró de la Quema de Conventos de 1835, de las
destrucciones de la Semana Trágica y de la Guerra Civil.
El hecho que más incidió en el monasterio fue la Guerra Civil
contra Joan II puesto que la plana mayor del rey se
instaló en el monasterio para poder dirigir el asedio a Barcelona
y el fin del conflicto, hasta el punto que se denomina
Paz de Pedralbes el tratado firmado allí entre el rey Joan
y los representantes de la ciudad. Por tanto, se atribuye a la
ocupación militar la desaparición de una parte de su archivo.
Más grave que las guerras fue la desafortunada restauración
del templo realizada a finales del siglo XIX: eliminó obras y
decoraciones que consideraban inadecuadas y justificaron
la venta de otras para la obtención de recursos.
Pero, aún así, la colección de Pedralbes es excepcional.
Como se ha mencionado anteriormente, el otro caso particular
del monasterio afecta a su construcción.
La primera piedra del templo fue colocada el 26 de marzo de 1326.
Sólo trece meses después, el 3 de mayo de 1327, era
solemnemente consagrado: las primeras catorce monjas entraban
a residir en el edificio.
El conjunto monástico que hoy conocemos, del cual no hay datos
escritos hasta finales del siglo XIV, fue construido
durante los años siguientes.
Más admirado que estudiado, el sepulcro de Elisenda de Montcada
en el Monasteriode Pedralbes es uno de los conjunto funerarios
de la Catalunya Medieval más notables por su calidad,
significación y conservación.
Aún así, la historiografía lo ha mantenido en un considerable
aislamiento, ya que ni por motivos tipológicos, ni estilísticos,
se inserta con facilidad en las series de obras más rebuscadas,
ni tampoco en alguna de las atribuidas a los maestros más
conocidos de la época.
En esta situación tiene un peso determinante el hecho de tratarse
de una obra excelente pero absolutamente indocumentada:
se desconoce el autor o autores del sepulcro.
La única certeza es que el monumento funerario ya estaba
construido en 1364 cuando, poco antes de morir, la Reina Elisenda
dicta en testamento ser enterrada ante el altar mayor.
Uno de los rasgos más singulares de la tumba de la Reina Elisenda
es la doble configuración recubriendo dos caras de un mismo muro.
La figura adopta dos apariencias: en la iglesia se representa Elisenda
como Reina, con la corona y el manto real; en la zona interior viste
el hábito franciscano. En ambas caras está como elemento
central la representación yacente de la difunta: una encarada
al mundo de la iglesia, accesible a todos los fieles; y otro al claustro
reservado a las monjas. Se trata de un procedimiento original
perfectamente adecuado a la biografía de la Reina, retirada de la
vida pública en el Monasterio de las Clarisas fundado por ella.
Existen intervenciones pictóricas en el conjunto del monumento
funerario realizadas a posteriori. La vertiente del interior de la iglesia
sufrió una drástica intervención de estilo neomedieval a principios
del siglo XX. Fue entonces cuando se destruyó todo el fondo
mural gótico conservado hasta aquella fecha, y todos los elementos
estructurales y figurativos fueron repintados.
En cambio, el lado del Claustro tiene un aspecto más próximo al original,
probablemente porque hasta hace pocos años era la zona de clausura
del Convento.